Beirut: Ederlezi

Simple, la vida es simple. Tus gestos simples y poco para pensar. Tus manos fluyen por

canales formados por tu respiracion: tu cuerpo nunca se cansa. Tu cuerpo que es sangre,

tu cuerpo que me sobrelleva, tu cuerpo baila. Un año nuevo para dos, para todos, para

ninguno. Un año nuevo de luces en un cuarto a oscuras y un techaje imposible de dibujar:

solo una sonrisa plasmada en una nube viajera y nosotros bajo la frente de ese hermanastro

del mar y copia barata que es el cielo. No son estrellas, son estrellas de mar.

Es el mar ? El mar es tu cuerpo, es tu carne y la mia y eres mia y somos. Y somos eso que

fundimos en un año nuevo, somos las olas sin peces, somos olas en la mar.

Navio y naufragio, cambiamos la brujula por cuanto quisimos: ruta y fuego, envejecer.

Juramos eternidad y solo pienso en tus pies, regresa.

La versión original es de Goran Bregovic, excelente trompetista. Existe una versión de

Emir Kusturica con una orquestación preciosa y una voz femenina tan agresiva como

dulce.

Esta versión de Beirut la tocaba con unos amigos que hacen covers. La trompeta

es simple y pegajosa y en definitiva una buena percusión hace que esta canción haga fluir

su fuerza y mística. Redobles, silencios, arreglos no complejos (muy característico en Zach

Condom) y una voz que no es nada prodigiosa pero sí hipnotizante. Resume la magia del

oriente mundial.

Florecita, chamaca.